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domingo, 10 de agosto de 2014

EMBAJADAS DE DATOS, EL CLOUD COMO GARANTÍA DE LA SOBERANÍA DE LOS ESTADOS

Spain Cloud Computing
http://spaincloudcomputing.blogspot.com



Introducción:

Las Embajadas de Datos es un término que ha surgido recientemente, se refiere a la idea de almacenar toda la información sensible de un país en un sistema de Nube Privada distribuido entre las diferentes embajadas que este país tiene repartidas entre sus países amigos.

El objetivo de estas Embajadas de Datos es garantizar que ante una invasión militar sobre su territorio el control del país seguirá en manos de su legítimo propietario, valiéndose para ello de los sistemas Cloud que permitirán mantener la gestión de ese país ocupado desde las embajadas que este tenga en el exterior, de manera que aumenta el nivel de defensa ya que no basta con una invasión militar.

Tras conflictos desatados recientemente como el que se lleva a cabo entre Rusia y Ucrania, han aparecido en diversos medios informaciones sobre un proyecto sobre el que está trabajando el Gobierno de Estonia, centrado en Embajadas de Datos que les permitan mantener el gobierno del país ante una hipotética invasión rusa.


¿Por qué Estonia?:

Estonia es un pequeño país de 1.300.000 habitantes y en el que su frontera con Rusia supone en torno al 50% de su frontera terrestre total. Es un país en el que la tasa de penetración de las Tecnologías de la Información y la Comunicación es una de las más altas, de hecho las TIC representan en torno al 9% del PIB de este país... y subiendo. Los siguientes datos demuestran el volumen que llega a alcanzar: 99'8% de las transacciones económicas son electrónicas, 95% de la medicación se prescribe de manera electrónica o ese mismo porcentaje de ciudadanos hacen la declaración de la renta de manera online. Estos datos se han conseguido debido a que a partir de 1991 momento en que lograron la independencia de la URSS, el país estableció como prioritaria la apuesta por el mundo tecnológico.

Dada la importancia del sector TIC dentro del funcionamiento del país, han debido afrontar retos muy exigentes relativos a la seguridad de sus sistemas informáticos. Además el hecho de haber favorecido la administración electrónica permite la gestión remota de este país. Es en este punto donde adquiere valor las Embajadas de Datos. Teniendo en cuenta que el país delimita directamente con Rusia y que dado su pequeño tamaño tanto en extensión como en población no les permitiría plantar cara militarmente a una invasión rusa, el gobierno del país ha encontrado en las Embajadas de Datos y el Cloud la oportunidad de aumentar su capacidad de defensa. Partiendo de todos los servicios que ya ha implementado el gobierno, la idea es almacenar toda la información relevante que va generando el país en centros de datos distribuidos entre las embajadas de sus países aliados, de manera que podrían mantener la soberanía del país remotamente a través del Cloud desde sus embajadas.


Cómo hacerlo:

El siguiente vídeo ofrece una idea general de lo que busca el Gobierno de Estonia mediante las Embajadas de Datos a través de los sistemas Cloud.

Vídeo:
Tal y como se desprende del vídeo, a partir de una Nube Privada gestionada por el gobierno y que alberga los datos administrativos del país, generarán redundancia sobre los datos en otros centros de datos distribuidos entre sus diferentes embajadas.

La primera decisión que deberá tomar el Gobierno de Estonia para conseguir este objetivo, será clasificar los datos de los que dispone entre los más críticos y los de menor sensibilidad. Entre los primeros entrarían los relativos al registro de sus ciudadanos, seguridad social, pensiones, impuestos, voto electrónico, DNI y firma electrónica, registros de empresas u otros datos. Para el almacenamiento de estos datos de especial sensibilidad se crearían una serie de Nubes Privadas de gestión e infraestructura propiedad integra del estado estonio, interconectados todos ellos directamente con el Cloud de Estonia, pero también conectados con otras de sus Embajadas de Datos. Para los datos que no son sensibles el gobierno planea almacenar los datos en Nubes Públicas cediendo así la gestión de sus datos a empresas privadas y ponen de ejemplo al proveedor Amazon. De manera que al final tendrían un entorno de Nube Híbrida en el que cada nodo del sistema conecta directamente con Estonia, pudiendo tomar el control cualquiera de ellos ante una eventual contingencia.


Crítica:

Para conseguir el objetivo de las Embajadas de Datos, deberán enfrentarse a una serie de retos algunos de los cuales son los siguientes:
  • Para los datos más sensibles deberán implementar una infraestructura propia que de soporte a cada uno de los centros de datos que deseen montar para cada embajada, lo cual a su vez supone una potente inversión económica pero además deberán garantizar que los datos lleguen íntegros y seguros hasta estos centros de datos.
  • Los centros de datos situados en sus embajadas deberán garantizar la seguridad de la información, pero cómo van a hacerlo con las comunicaciones, el movimiento de ficheros y las redes entre diferentes embajadas bajo un estándar de seguridad.
  • Para el caso de los datos menos sensibles, deberán escoger proveedores que les garanticen un buen funcionamiento del servicio y además que les aseguren la confidencialidad y seguridad de la información, no olvidemos que este caso implica la cesión a un tercero de la gestión de sus datos, y que actualmente los proveedores suelen obligar a aceptar clausulas como poder acceder a los datos para “labores de mantenimiento”, con lo que en este caso habría que negociar nuevos términos y condiciones de uso así como nuevos acuerdos de nivel de servicio (SLA).
  • Por otro lado deberá escoger entre sus embajadas en el exterior dónde situará sus centros de datos, aunque las embajadas son territorio bajo soberanía de Estonia, para sus sistemas necesitará de servicios auxiliares propios del país que los aloja, esto supone que deberán tener en cuenta los costes energéticos, laborales o de otra índole de estos países, además de otros más difíciles de superar como la legislación allí vigente.
  • Relacionado con el punto anterior entran cuestiones de tipo político, se habla de trabajar con países aliados, pero casos como el de la NSA americana que espiaba a países aliados como Alemania, quién le garantiza a los estonios que no van a sufrir ataques desde sus países aliados. No olvidemos además que un país que hoy es aliado podría cambiar su estatus bien por un cambio político o por un nuevo cambio en sus intereses.
  • ¿Realmente conseguiría este proyecto su objetivo de mantener la soberanía y gestión de Estonia frente a una hipotética invasión rusa, o solo salvaría información sensible? 

Conclusiones:

La idea de las Embajadas de Datos se plantean como una buena oportunidad para aumentar la defensa de la soberanía de países con pocos recursos de defensa frente a otros países con mayores recursos pues permiten la gestión remota de los países que las implementen. La manera de conseguirlo será diferenciando entre la información más sensible y la menos, de manera que la primera se distribuirá entre sus embajadas en el exterior y el resto en proveedores externos. Y ante un eventual ataque estarán en opción de gestionar desde sus embajadas la administración del país. Para transformar la idea en una solución óptima deberán superar una serie de retos, los principales relacionados con la seguridad cuestión fundamental para estos sistemas.




Recursos interesantes:

Real Instituto Elcano → www.realinstitutoelcano.org
Sky News → http://news.sky.com
El Mundo → http://www.elmundo.es

jueves, 5 de diciembre de 2013

Buscando un guardián para la nube (El País)

Spain Cloud Computing
Noticia aparecida en el diario El País el 14/11/2013.

"Espías los ha habido siempre, y cajas fuertes en casa, también; lo novedoso es confiar todos nuestros datos, nuestras claves, nuestras fotos y las de amigos y familiares a alguien que no conocemos ni sabemos dónde está. Es la nube, el cloud computing, un ente como de Star Trek,pero que no es tan anónimo ni tan inmaculado como se creía. Alguien tiene acceso a todos esos contenidos, y no es, precisamente, su propietario.
 El espionaje masivo e internacional de la agencia norteamericana NSA ha sacado a la luz la inseguridad de las comunicaciones de los ciudadanos —entre ellos, algunos destacados gobernantes—, pero también la inseguridad de las grandes empresas de Internet, de Microsoft a Google, de las redes sociales, como Facebook o Twitter, y de sitios comerciales, como Amazon o Apple Store.
“Hace 27 años usábamos otras redes. En España, RedIris. En 1994 la web comenzó a llegar a empresas y particulares. Fue entonces cuando percibimos que Internet no tenía fronteras”, rememora Víctor Castelo, responsable de Comunicaciones y Seguridad de la Secretaría General Adjunta de Informática del CSIC.
Castelo, con Juan Antonio Orgaz, Andreu Veà y David Hernández, participó el martes en Madrid en el V Foro de Industrias Culturales organizado por la Fundación Santillana y la Fundación Alternativas, en un debate dedicado a Cloud computing, ¿Apocalípticos o integrados digitales?

En cuatro años se multiplicará por 10 el almacenamiento en Internet
“La nube es todo, pero hay niveles”, dice Castelo. “Hay que intentar que las plataformas donde se desarrollan las aplicaciones, como Gmail o Skype, sean lo más abiertas e interoperables posible, que funcionen en diferentes aparatos y evitar que se conviertan en monopolios”. A diferencia de otros productos de los mercados físicos, los negocios de Internet, quizás por el carácter misterioso que da la intangibilidad, cuando triunfan tienden a convertirse en monopolios. “Hay que intentar que (estos productos y servicios) se abran, que haya alternativas, que no seamos esclavos de los servicios de éxito”, pide Castelo.
Según el estudio de Cisco sobre Tráfico en la Nube 2012-17, en ese tiempo las personas multiplicarán por 10 el almacenamiento en la nube de su música, fotos o vídeos, impulsadas por la proliferación de los aparatos móviles y la facilidad y el bajo precio del almacén.
El tráfico en la nube es una explosión, con crecimientos anuales del 35%. En cuatro años será casi cinco veces mayor que el actual, según las proyecciones de Cisco, empresa dedicada a las infraestructuras de Internet. El tráfico en la nube será ya dos tercios del total de Internet en 2017, y afectará tanto al consumo individual (crecimientos anuales del 36%) como a las empresas (crecimientos del 31%).
“La nube abarca un gran número de servicios, desde el correo de Gmail a un servidor deslocalizado en cualquier lugar del mundo”, explica Juan Antonio Orgaz, asesor jurídico de Canal+ . “La nube es el acceso a cualquier servicio digital de manera flexible, con recursos compartidos, de rápida elasticidad y demanda ajustable. Se puede alquilar o subcontratar”.

Gartner prevé que la Administración externalice cada vez más estos servicios
“Gmail es una nube abierta”, explica Orgaz. “Si hay un ciberataque no discrimina. Si hay un cuello de botella, tampoco. Es un servicio cuyos términos no se leen casi nunca, pero se le está dando permiso para leer el contenido a cambio de incluir publicidad”.
La rápida adopción del tráfico en la nube se debe al poder de sus promotores (de Amazon a Microsoft), a la adopción y migración de las arquitecturas informáticas y a la capacidad de los centros de datos en la nube para manejar cargas de tráfico significativamente mayores. Centros de datos en la nube apoyan el aumento de virtualización, estandarización y automatización. Estos factores conducen a una mayor eficiencia.
“En investigación se va hacia las nubes federadas; es un modelo híbrido pero con cifrado”, explica Castelo, del CSIC. “Si alguien te quiere fastidiar, en la nube, hay riesgo. Así que siempre hay que tener la documentación en al menos dos sitios”.

Hernández: “El genuino poseedor de la llave tendría que ser público”
La consultora Gartner también prevé que esa doble característica de la nube —su facilidad de acceso, pero, a la vez, la complejidad del sistema— abone una rápida externalización del servicio de las Administraciones o servicios públicos a servidores ajenos en detrimento de los propios. Y por tal no se entiende el álbum de boda, sino tu historial clínico. La nube es el último eslabón para el análisis de datos, el big data.
“El genuino poseedor de la llave tendría que ser público”, aboga David Hernández Montesinos, consultor de desarrollo cultural y comunicación. “No todo el mundo se puede permitir una nube personal, pero debería ser la línea a seguir. Pronto habrá servicios asequibles que ofrezcan cierta seguridad”.
Directivos de Microsoft, Facebook y Google negaron con su máxima rotundidad haber colaborado con labores de espionaje ante una escéptica Eurocámara. Juraron una y otra vez que ellos no dejan espiar a los Gobiernos para acceder a datos personales de sus clientes a través de sus servidores por la puerta de atrás.
Las empresas tecnológicas reclaman más transparencia a las Administraciones para poder publicar las peticiones de datos personales, pues se sienten tan víctimas como sus propios clientes. No se enteran cuando les espían, como han demostrado las revelaciones de Snowden.
“No hay puerta de atrás. Punto final”, aseguró la vicepresidenta de Microsoft responsable de Asuntos Legales y Corporativos para Europa, Dorothee Belz, durante su comparecencia ante la Comisión de Libertades Civiles, Justicia y Asuntos del Interior de la Eurocámara.
En los últimos seis meses, Microsoft recibió entre 6.000 y 7.000 órdenes y citaciones de las autoridades estadounidenses para recabar datos de sus clientes, según Belz. En el primer semestre de 2013 han rechazado 911 solicitudes por falta de base jurídica. “En casi el 20% de las solicitudes no entregamos nada”, aseguró.

Castedo, del CSIC: “En investigación se va hacia las nubes federadas”
No menos firme fue su colega de Google, Nicklas Lundblad: “No damos acceso ni directo ni indirecto ni sin control. Solo hay requisitos legales de Gobiernos que son examinados y escrutados caso por caso”, recalcó el ejecutivo de Google antes de pronunciar un casi patético: “Os estamos diciendo la verdad”.
Cada seis meses Google, Apple y Microsoft publican su llamado Informe de Transparencia, donde dan cuenta de las solicitudes que les hacen jueces y policías sobre datos de usuarios. Sin embargo, están obligados a callar, por imperativo de la Ley Patriot, si hay solicitudes de los servicios de inteligencia de EE UU. Así que la transparencia es relativa.
En la misma Eurocámara, Richard Allan, de Facebook, recordó que solo el 1% de los dueños de cuentas fueron objeto de “algún tipo de requerimientos por los Gobiernos” el año pasado.
Estas empresas encabezan una petición al Congreso de los Estados Unidos para que haya un control parlamentario de las solicitudes de las agencias de inteligencia y para que solo se puedan requerir “en base a una autorización judicial”.
No mienten como bellacos, simplemente son tan víctimas del espionaje como cualquiera. Gracias a Snowden se ha sabido que la NSA les cogía datos sin que ellas se enterasen; pero eso no sirve de consuelo, sino que aún preocupa más a unos ciudadanos que han confiado claves y recuerdos o la declaración de la renta a las nubes de Google, Apple o Microsoft.

Microsoft ante la Eurocámara: “No hay puerta de atrás. Punto final”
Jimmy Wales, promotor de Wikipedia, la enciclopedia creada por los internautas, ve las peligrosas consecuencias derivadas del espionaje masivo, global y hasta compulsivo. “La gente va a tener miedo de poner los datos en empresas de Estados Unidos, pero también es devastadora para el tipo de trabajo que hago”, ha declarado recientemente. “Si usted es BMW, probablemente no va a confiar más en colocar sus datos en los EE UU”.
Y, una vez más, Estados Unidos se quedará sin argumentos para exigir a otros respeto a las libertades civiles. “Dan a los chinos excusas para ser tan malos como lo han sido ellos... Es realmente vergonzoso”, explicaba la semana pasada, en Noruega, un consternado Wales. “Es un problema enorme, un enorme peligro”.
La alarma de Wales es la de mucha gente y, sobre todo, de algunos gobernantes, que pueden hacer algo por evitar ser espiados. Es el caso de India, Rusia y, principalmente, Brasil, que en estos días tramita la Ley del Marco Civil de Internet.
No se trata de vigilar a los malos, sino de descubrir negocios, inventos, acuerdos, y copiarlos o torpedearlos. Más espionaje industrial que criminal, de lo contrario no se entendería el espionaje de las comunicaciones de la alemana Angela Merkel o de la presidenta de Brasil.

Wales: “La gente va a tener miedo de poner los datos en empresas
de EE UU”
Dilma Rousseff, además de reaccionar con desplante al mismo Obama, promueve la nube local, el almacenamiento en servidores nacionales de todos los datos de ciudadanos brasileños, estén en empresas locales o internacionales, es decir, Google, Apple, Microsoft, Amazon, Facebook, Twitter…
La propuesta tiene que ser aprobada en el Parlamento brasileño, aunque ya se han levantado voces en contra, advirtiendo del gasto “inasumible” que les supondría a las multinacionales de Internet. Pero Brasil —o India o Rusia o China, que promueven iniciativas similares— es tan fuerte que deberán adaptarse a la legislación, como lo ha hecho Microsoft en China (aunque no Google, que prefirió llevar las oficinas a Hong Kong) o BlackBerry en India. Brasil es, tras Estados Unidos, el segundo país por número de abonados a Facebook y a Twitter.
Glenn Greenwald, el periodista que publicó las revelaciones de Snowden, reside ahora en ese país y no le sorprende la reacción de la presidenta ante las actividades de la NSA: “Creo que muchos países comenzarán a tomar medidas para no ser tan dependientes de la infraestructura norteamericana”, en una entrevista a The Guardian, donde trabajó hasta hace un mes.
“La Administración también tiene su responsabilidad”, apuntaba Orgaz en el debate Apocalípticos o integrados digitales. “¿Por qué Europa no puede competir con servicios como los que se tienen en EE UU? Al menos, que sirvan para garantizar servicios a empresas. No puede ser que no seamos capaces de reaccionar ante el espionaje gubernamental. Hay que ejercer la ciudadanía”."

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